Las cejas como elemento de comunicación

por | Feb 8, 2022 | Comunicación, No verbal, Sinergología

Si quieres mejorar tus habilidades de comunicación presta atención a este truco que te desvelamos más abajo. Para ello, tienes que estar totalmente enfocado a una parte de la cara, las cejas.

En todas las disciplinas de la comunicación no verbal, como la Sinergología, las cejas las utilizamos para ponernos en contacto con el otro, es decir, es la búsqueda del otro; comunicarnos; en definitiva, relacionarnos.

Una persona que se dirige a su interlocutor prácticamente sin mover las cejas, dará la impresión de ser una persona fría, distante. Sin embargo, si gesticula mucho con las mismas, mientras habla, transmitirá cercanía y empatía, porque las cejas traducen un interés en comunicarse con el otro. Si además las mueve mucho, es una forma, no consciente, de voluntad de socializar, de querer comunicar.

Recientemente, una investigación realizada por un grupo de investigadores de la Universidad de York, UK, corrobora el horizonte de sentido que les otorgamos desde la Sinergología.

El artículo en cuestión, descarta anteriores hipótesis que conferían a las cejas un carácter protector del ojo, como hacer de barrera para el sudor cuando hacemos una actividad, un esfuerzo físico.

 

El equipo de investigadores (Ricardo Miguel Godinho, Paul O’Higgins y Penny Spikins), ha concluido, que las cejas, han desempeñado un papel determinante en la supervivencia de nuestra especie.

Este estudio sobre homínidos del pleistoceno, (descárgalo) descarta su función protectora en nuestros antepasados (de cuencas oculares y del propio cráneo) ya que son más grandes de lo necesario para esa función. Incluso determinaron, mediante una simulación en 3D, que su influencia al masticar era inexistente, descartando así otra de las hipótesis del porqué de esa protuberancia.

Volvernos más sociables nos permitió evolucionar para tener cejas más visibles y movibles (imposible hacerlo con las protuberancias de nuestros antepasados y si en una frente lisa con la morfología actual)

Un simple movimiento de las cejas nos permite identificar en el otro, las claves de la supervivencia humana. La ira, la sorpresa, la alegría, en definitiva, nos alertan de si eres amigo o enemigo, si eres de confianza o no.

Esto favoreció nuestras habilidades de comunicación.

El estudio concluye por tanto que la explicación más plausible está en la comunicación social.

La visión de un perfilador del comportamiento

¿Cómo podemos explotar este comportamiento ancestral en nuestros días?, las claves que veremos a continuación, permitirán satisfacer una de las necesidades que el ser humano busca, conectar con otra persona desde el inicio.

Como primates, nos hemos comunicado con nuestros cuerpos y caras durante milenios. Si queríamos mostrar a otro primate que no éramos amenazantes, amistosos y abiertos, hacíamos un movimiento con la cara por encima de la maleza para evitar el conflicto.

El saludo de cejas se muestra en nuestra cara como lo opuesto a la ira. Nuestras cejas se dirigen hacia arriba y se separan. Piensa en la última vez que te encontraste con alguien que te hizo ilusión ver. Esos millones de años de memorias genéticas se activaron para mostrar que eras amigable. Cuando le saludaste con entusiasmo o te presentaste, tus cejas brincaron hacia arriba para mostrarle que no eras una amenaza.

Esto no es algo que hagamos conscientemente. Muchos de nosotros no somos conscientes del comportamiento de nuestras cejas. Como experimento, intenta presentarte a alguien hoy y realiza un saludo de cejas. Hay un noventa por ciento de posibilidades de que la persona a la que se lo hagas te devuelva el mismo saludo de cejas.

¡La única diferencia es que su cuerpo lo hizo de forma totalmente inconsciente! Tendemos a mostrar muchos de los mismos comportamientos que los primates hacen inconscientemente.

Todos hemos visto los artículos o los vídeos online que nos dicen que nuestro cuerpo influye en nuestra psicología. Algunos dicen que, si hacemos expresiones faciales de felicidad, en realidad empezamos a producir sustancias químicas de la felicidad en el cerebro. Si nos sentamos erguidos cuando nos sentimos deprimidos, nuestro estado de ánimo empezará a cambiar. A nivel interno, todos somos bastante conscientes de ello. El movimiento de nuestro cuerpo puede crear estados de ánimo. Los estados de ánimo crean movimiento (lenguaje corporal), y el movimiento crea estados de ánimo. La teoría funciona a la inversa. Pero, ¿qué tiene que ver con el saludo de las cejas?

En los primeros segundos de una interacción, puedes realizar un saludo de cejas.

Y aquí viene lo importante, cuando alguien te devuelve el saludo de cejas de forma inconsciente, ha empezado a mostrar comportamientos de conformidad, no amenazantes y de un lenguaje corporal abierto. Hemos empezado a mover sus cuerpos para obtener resultados psicológicos en segundos, no en minutos.

Este es el primer paso de algo que trabajamos en nuestros nuestros cursos de persuasión, llamado “arrastre conductual”, en el que guiamos a la persona hacia un número gradualmente creciente de conductas de conformidad a medida que avanza la conversación.

Y qué ocurre cuando una persona muestra tantos indicadores de conformidad, que la propuesta que vas buscando hacerle, lo verá como el siguiente paso lógico.
Para entendernos, es lo que en ventas te dicen que hagas al buscar que te digan que si muchas veces, pero en este caso es mil veces más potente porque se trata de un consentimiento fisiológico, y como ya vimos lo importante que es la comunicación no verbal, al final es un consentimiento psicológico.

Aprenderás más sobre esto en próximos artículos.

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